Me fascinan las historias de misterio y detectives. Siempre he disfrutado tratando de adivinar quien es el asesino y seguir los pasos del detective para resolver el caso. Sin embargo, por alguna razón, nunca había leído una de las novelas más conocidas y la que es ya considerada un clásico del género. Así que finalmente he decidido leerla y la he devorado en cuestión de horas.

El Sabueso de los Baskerville es la tercera de las cuatro novelas protagonizadas por Sherlock Holmes y originalmente fue publicada en entregas en la revista The Strand Magazine entre agosto de 1901 y abril de 1902. Su publicación tuvo un gran éxito, tanto que los lectores hacían cola frente a las oficinas de la revista para obtener el próximo número, algo comparable a lo que hicieron los fans de Harry Potter cuando esperaban la salida del siguiente libro de la serie.

A pesar de que esta novela se escribió en una época en la que el género de misterio y detectives aún estaba en sus primeras etapas de desarrollo, y aunque el personaje de Sherlock Holmes no puede ser considerado el primer detective de ficción, ya que fue influenciado por obras anteriores de Edgar Allan Poe y Émile Gaboriau, su nombre se ha vuelto sinónimo del género.

Conan Doyle había estado alejado de la escritura de Sherlock Holmes durante ocho años, ya que en 1893 hizo desaparecer al personaje. Escribió esta novela después de volver de trabajar como médico voluntario en Sudáfrica durante la Segunda Guerra Bóer e inicialmente no la pensó para que fuese una historia en la que apareciese el detective. La historia la escribió con la ayuda de un periodista del Daily Express llamado llamado Bertram Fletcher Robinson, a quien pagó un tercio de los derechos de autor. Robinson convenció a Doyle de que Dartmoor, de donde él era oriundo, constituía el escenario ideal por sus ruinas prehistóricas y su páramo neblinoso. Viajaron hasta allí y pasaron semanas recorriendo la zona y tomando notas. La idea de introducir a Holmes, el detective con dotes extraordinarias para resolver el misterio, como deus ex machina surgió más tarde.

Me ha parecido interesante que gran parte del conflicto principal de la historia se centre en el debate entre el racionalismo y la superstición. Muchos personajes creen que hay explicaciones sobrenaturales detrás de la misterioso sabueso y el asesinato, mientras que Sherlock Holmes se esfuerza por utilizar su habilidad de razonamiento y observación para abordar los problemas de manera lógica y sin recurrir a la superstición o la religión como posibles causas de los acontecimientos. Al final de la novela, se demuestra cómo el poder de la mente y la racionalidad son lo que finalmente permiten resolver el caso.

Es curiosa también la distinción que Doyle hace entre la vida de ciudad y la de campo y cómo altera la percepción de los personajes. Al principio de la novela, en Londres, Holmes y Watson confían en la racionalidad y creen que el informe sobre un sabueso sobrenatural es una superstición local. Sin embargo, la estancia de Watson en el campo lo lleva a sentirse más atraído por la posibilidad de lo antinatural y supersticioso. La gente común de Devonshire cree en la maldición del sabueso y sólo son rescatados de sus creencias supersticiosas por gente de la ciudad que viene a poner las cosas en su sitio.

La escritura de Arthur Conan Doyle es muy precisa y concisa. El uso de la narración en primera persona crea una sensación de inmediatez y una conexión más íntima con Watson, haciendola más personal y emocionante. Además, Doyle tiene una habilidad excepcional para crear personajes memorables y bien desarrollados. Cada personaje tiene su propia personalidad y motivaciones únicas, lo que hace que la lectura sea muy disfrutable y emocionante.

El sabueso de los Baskerville es una novela emblemática que ha perdurado a través de los años y que sentó las bases del género detectivesco tal como lo conocemos hoy en día. Aunque fue escrita hace más de 100 años, la trama sigue siendo entretenida e ingeniosa. Este clásico de Sir Arthur Conan Doyle demuestra el poder del razonamiento lógico sobre la superstición, al mismo tiempo que nos sumerge en una atmósfera tenebrosa propia de la mejor novela gótica. No me sorprende que siga siendo una lectura obligada para todo amante del misterio.